Opinión por Thiago López.
El próximo 27 de abril la expresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, estará presente en la inauguración del microestadio Presidente Néstor Kirchner en Quilmes, evento liderado por la intendenta Mayra Mendoza. Este no solo será un acto simbólico para conmemorar la elección presidencial de Néstor Kirchner del 27 de abril de 2003, sino también se espera pueda ser una gran oportunidad para reflexionar sobre el rumbo político de la oposición de cara a las próximas elecciones de medio término.
La reaparición de Cristina en la escena política, aprovechando este espacio de reflexión que propone la jefa comunal quilmeña, no puede pasarse por alto. En un contexto donde las tensiones políticas y económicas son palpables, y en dónde el peronismo -en todas sus esencias- no encuentra un horizonte, su presencia adquiere un significado aún mayor. La exmandataria expresó preocupación por lo que denomina “experimento del anarco-capitalismo y el sacrificio inútil al que está siendo sometido el pueblo argentino”, señalando directamente al reciente discurso del presidente Javier Milei sobre los «supuestos» logros económicos de su gobierno.
Es interesante notar cómo este retorno político de la exvicepresidenta se enmarca en un contexto de ascendente polarización política y descontento social. Su llamado -a través de las redes sociales- a reflexionar sobre la situación actual del país, especialmente en lo que respecta a la educación pública, cobra innegable relevancia en medio de los ajustes y recortes planteados. Ahora bien, ¿Qué papel puede jugar su presencia en medio de las divisiones y disputas internas dentro del peronismo? ¿Podrá ejecutar un rol de “árbitra” en la discusión? O ¿Es quien vuelve a tomar la posta en la carrera?
Asimismo, la exjefa de Estado no dudó -en ningún momento- en confrontar directamente a Milei por sus políticas implementadas en la educación pública, recordando los logros alcanzados durante su presidencia en materia de expansión y fortalecimiento de la educación universitaria pública en el país. Su mensaje fue claro: la inversión en educación pública no es una cuestión de magia, sino de prioridades y políticas claras.
Este sábado el “espacio en general” tendrá 3 eventos muy importantes: Uno en Ensenada, tierra que conduce Mario Secco, donde van a exigirle al gobierno nacional el dragado del Canal de Magdalena; Otro en Avellaneda, en el marco de la inauguración del Centro Cultural Kirchner; Y por último, el ya mencionado en Quilmes.
La interna del peronismo en la provincia de Buenos Aires está atravesando una gran complejidad, y la variedad de actos del espacio que tendrán lugar en un mismo día en diferentes puntos del conurbano no colaboran con el cierre de las grietas. Esta reaparición ante la militancia de Cristina y su decisión de que sea en Quilmes se llevará buena parte de la atención. ¿Contará con la presencia del gobernador, Axel Kicillof? ¿Sergio Massa estará en el lugar o tendrá representantes de la Tercera Sección Electoral?
De quienes sí se espera que den el “presente” es de los intendentes Maximiliano Wesner (Olavarría), María Celia Gianini (Carlos Tejedor), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Federico Otermín (Lomas de Zamora), entre otros.
¿Será esta presentación el puntapié inicial de la preparación para la unidad de la oposición? ¿La expresidenta dejará un mensaje para la militancia o dirigentes políticos de cara al 2025 y el armado de listas?
Hay quienes se animan a plantear la disputa (Karina) Milei – (Cristina) Fernández de Kirchner en 2025.