El Quilmes Atlético Club sufrió una dolorosa derrota por 2 a 1 frente a San Martín de Tucumán en el estadio Centenario, en lo que fue el primer partido como local del nuevo director técnico Sergio Rondina. El encuentro estuvo marcado por el polémico arbitraje de Javier Delbarba, quien fue designado como el árbitro principal y cuya actuación dejó mucho que desear.
Con esta victoria, San Martín de Tucumán alcanzó la punta de la zona A de la Primera Nacional, consolidándose como uno de los equipos más fuertes del torneo. Desde el inicio, mostró su dominio frente al «cervecero» superando ampliamente al equipo rival en el primer tiempo.
Los visitantes aprovecharon cada oportunidad, manteniendo una presión constante que finalmente se tradujo en el primer gol a favor, dejando a Quilmes sin respuestas efectivas en la primera mitad del encuentro, más allá del empate posterior.
El segundo tiempo presentó un panorama más equilibrado, con menos llegadas a ambos arcos. Quilmes intentó reorganizarse y buscar el triunfo, pero las oportunidades fueron escasas. El desempeño del árbitro Delbarba fue duramente criticado por los hinchas y el cuerpo técnico, ya que varias de sus decisiones influyeron negativamente en el desarrollo del juego.
Ahora el DT cervecero tiene ahora un arduo trabajo por delante, ya que el próximo desafío para el cervecero será visitar a Arsenal de Sarandí, un equipo que recientemente se quedó sin director técnico y buscará reacomodarse en el torneo.